miércoles, 21 de diciembre de 2011

Han pasado más de 17 años desde que ocurrió.


Hoy no quiero hablar de política. No quiero hacer la típica reflexión de la tarea de gobierno en los primeros seis meses. Quiero hablar (mejor dicho, escribir) de lo que han representado estos seis meses para mí y mi vida. Así que si no te van las lecturas personales en los blogs este es el momento de dejar la página. En el futuro (y espero que no sea dentro de mucho) podrás continuar leyendo reflexiones políticas desde mi humilde punto de vista.

Hoy toca hablar de cómo llegamos aquí un grupo de amigos que un día decidimos invertir nuestro tiempo y nuestro esfuerzo a trabajar por los demás. Y es que ahora soy el alcalde de la Llagosta (por muy mal que les siente a algunos) pero llegar hasta aquí no ha sido fácil. Fue en el año 94 cuando en la terraza de un bar, tomando unas cañas, nos propusimos crear una voz joven dentro de la política local. Y cuando uno es joven es impulsivo, incluso radical (en el buen sentido de la palabra) y, por tanto, no podíamos formar parte de otra candidatura que no fuera la de IC-V (así eran sus siglas entonces).

Presentándonos a aquellas elecciones locales de 1995, donde peleamos internamente por ocupar el puesto número 4 de la lista (los mayores querían que fuésemos más atrás), conseguimos tener representación. Sacamos cinco concejales y logramos aquello que nos habíamos prometido: tener una voz joven en el ayuntamiento. Y lo digo en plural porque aunque era yo el concejal elegido aquello era un trabajo de todos y todas los que tomábamos cañas en aquella terraza.

De aquellos chicos y chicas que empezamos la aventura hoy hay tres personas en el gobierno. 17 años donde nos hemos forjado una personalidad a base de trabajo y esfuerzo. De alegrías y sufrimientos. De despedidas y de reencuentros. Pero todo ello ha valido la pena. Ha valido mucho la pena. Porque después de 28 años de gobiernos socialistas (a veces coaligados con nosotros, otras con CiU, otras con mayorías absolutas) hemos vuelto a ostentar la alcaldía.

Y lo digo en presente, como si no hubieran pasado seis meses desde que lo hicimos, porque estos días, visionando el fantástico montaje que ideó Jordi y que realizó el amigo Naveros me he dado cuenta que no hemos tenido tiempo a parar, reflexionar y entender al 100 por 100 lo que hemos llegado a conseguir.

A los dos hombres y una mujer que quedamos del año 94 hay que sumarle la figura de tres personas más. Una que conocí hace unos 10 años, trabajando juntos y que en aquellos momentos jamás podíamos pensar que llegaríamos a donde estamos ahora. De hecho, éramos contrincantes sindicales en un tiempo muy duro para nuestro sindicato. Una segunda persona que he tenido la suerte de compartir innumerables horas desde hace cinco años y medio hasta ahora. Y siempre me ha demostrado fidelidad y capacidad inhumana de trabajo. Y la tercera que, siendo la que menos tiempo llevo conociendo, es la que más me ha sorprendido por su innata adaptación al medio.

No digo nombres, ellos y ellas saben quiénes son y lo que pienso. Se lo he dicho muchas veces, en público y en privado. Y esas personas son las que han conseguido que yo, hoy, sea alcalde de la Llagosta. Somos un muy buen motor. Cada uno de nosotros es un engranaje perfecto de ese motor y cada uno de nosotros tiene un papel que realiza lo mejor que sabe (y doy fe que lo realizan muyyyyyyyy bien). Por eso estoy tan contento.

Porque nadie en esta vida puede ser algo importante si no tiene a su lado a un gran equipo. Y yo lo tengo. Forjado en la derrota y el sacrificio. En el trabajo y en el rigor. En el compromiso y el altruismo. Y eso lo hace ser mucho más grande, más duro y más fuerte.

Así es como me siento, vulnerable como siempre, ni más ni menos que antes, pero con una tripulación, en el barco que tengo el honor de capitanear, que no dejarán de remar hasta el final. Esa es mi gran suerte. Y esa es nuestra gran virtud. Y que no os quede la más mínima duda que seguiremos navegando.


viernes, 14 de octubre de 2011

Hasta siempre comandante


Ha pasado un año y el sentimiento de pérdida es el mismo.

Hace ahora un año que mi compañero y amigo Jordi Alonso me llamó, estando con mi hijo en las puertas del Salón del Caravaning, para decirme que Simón había muerto. Le había dado un ataque al corazón poco después de cenar, al irse a dormir.

Desde aquel día algo en nuestros corazones, en los de todos y todas que compartimos momentos con él, algo dentro nuestro se apagó. Aún recordándolo se me encoge el corazón.

Muchos de vosotros y vosotras conocéis que mi relación con Simón Rosado era muy especial. No sólo tuve la suerte de conocerlo sino que me considero afortunado y honrado de haber podido trabajar con él. Personas como esa hay muy pocas en esta vida y muchas menos son las que se cruzan en nuestras vidas a lo largo de los años.

Pero ya tuvimos la oportunidad de despedirlo, de llorarle y de homenajearle. Todo ello hace 11 meses. Ahora llegan los reconocimientos, que no por ser unas acciones sin importancia para los que queremos a Simón, estos reconocimientos no dejan de ser merecidos.

Hoy hemos recordado a Simón en Granollers. En su comarca. Donde creció como sindicalista y dejó una gran cantidad de amigos. Ovidi, Emilia, Cachinero, Jaramillo, Lalo, y un largo etcétera que me sería imposible de recitar.

Hoy he asistido a un acto donde se concentraban el Ministro de trabajo, Valeriano Gómez, el Secretario Gral. de CC.OO, Ignacio Fernández Toxo, el Presidente de la CEOE, Juan Rossell, el Secretario Gral. de la CONC, Juan Carles Gallego, la familia de Simón, Teresa su mujer y sus hermanos, y muchos, muchísimos amigos y amigas de Simón.

Hoy, el Ministro de Trabajo ha hecho entrega a su hermano Juanma de la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo. Un acto emotivo, ya que al hacer la entrega el aplauso ha sido tan largo y ensordecedor que se me han saltado las lágrimas igual que se me saltan ahora, mientras escribo.

Un acto que recordaba su trayectoria personal y sindical desde que salió, con tan solo 16 años, de su Hervás natural, en Extremadura y recaló en Mollet del Vallès. Pero hoy, aparte de todos los momentos álgidos del acto, me quedo con dos cosas maravillosas.

La primera ha sido el reencuentro con mi amigo Luis. Llevaba más de ocho años que no sabía nada de él. Le perdí la pista después de haber estado muchos años trabajando en Acció Jove, de CC.OO. Fue precisamente Simón quien nos presentó y quien generó que entabláramos una gran amistad. Somos, entre muchos y muchas más, dos “niños de Simón” como nos llaman a toda aquella generación que Simón apadrinó en el sindicato. Ahora trabaja en Madrid, en la confederación del sindicato y desde hoy volveremos a tener contacto.

La segunda, y la más importante (perdona Luís), has sido tú Teresa. Hoy he vuelto a sentir a Simón a mi lado mientras hablaba contigo. Esos cinco o diez minutos que hemos compartido, que hemos hablado de sentimientos, del significado que tiene su nombre, esos minutos han aliviado una angustia que llevaba dentro desde hace un año. Me he desahogado, en el buen entender de la palabra.

Y no quiero olvidarme de sus hermanos. Dos tíos (permitidme que os llame así porque me habéis parecido dos personas estupendas) que desprenden una alegría y un buen rollo excepcionales. Sólo con gente así a tu alrededor se puede entender la valía humana que tenía Simón.

Hoy ha sido un gran día. Y la paradoja es que ha sido mientras recordábamos un grave acontecimiento. Pero esto sólo lo puede conseguir Simón. Cuando la cosa parece que está perdida llega él y arregla el entuerto…

Simón, nunca te olvidaremos. Una abrazo comandante…

domingo, 18 de septiembre de 2011

CIEN DÍAS


Cien días de gobierno. Cien días para darme cuenta de la enorme responsabilidad que atesoro y para saber que esta responsabilidad hará que trabaje como nunca lo he hecho hasta ahora.

Llevo trabajando desde los 21 años, cuando compaginaba mis estudios con un contrato de trabajo en la compañía SEGAD, S.A, de Montcada i Reixac. Desgraciadamente hoy esa fábrica ya no existe. Desde entonces jamás había imprimido tanta pasión a mi trabajo. Llevo tres meses entrando en el despacho a las nueve de la mañana y saliendo a las nueve de la noche. Y deseo que suene el despertador por la mañana para volver al trabajo. De eso me he dado cuenta en estos cien días.

Pero también me han servido los cien días para saber que si quieres ser el mejor debes rodearte de los mejores. Y eso, que ya lo sabía antes, me ha sido demostrado con creces. Cien días donde el equipo de gobierno, sin excepción, ha demostrado una capacidad de trabajo e ilusión que hará posible cualquier cosa que nos propongamos. Y los mejores no son sólo los que me rodean, también son todos los trabajadores que me he encontrado en el Ayuntamiento. Gracias a todos ellos y ellas mis cien días están resultando mucho más fáciles de lo que esperaba.

Cien días donde he participado en innumerables actos y encuentros, reuniones, entrega de premios, entrevistas y muchas otras cosas. Pero lo más intenso de estos cien días ha sido la Festa Major de la semana pasada. Un acontecimiento que me ha servido para darme cuenta de lo tan fantástica que puede ser la gente de la Llagosta y lo tan hipócrita que puede resultar la oposición.

Estos cien días me han enseñado que debemos ser muy cautos con los proyectos que acometamos. Que estirando más el brazo que la manga ganarás aplausos a corto plazo pero que hipotecarás el futuro de mucha gente en el futuro. 1.800.000€ de facturas sin pagar, de gasto corriente (basuras, luz, gas, convenios mensuales con otras administraciones, etc.) es mucho más de lo que me podía esperar. Y sólo responde a una razón: querer tener lo mismo que los demás sin poder mantener el gasto que supone.

Esa debe ser la razón por la que este ayuntamiento se ve abocado a un problema económico como el que estamos viviendo. Esa debe ser la razón por la que nos acogíamos a subvenciones sabiendo que aquello que subvencionaban era temporal. Pero eso importaba poco. Si podíamos ofrecer un servicio nuevo durante dos años gratis para qué nos íbamos a preocupar de lo que pasaría en dos años. Esa debe ser la razón por la que nos gastamos una barbaridad de dinero en acomodar el Joan Maragall viejo en oficinas administrativas sabiendo que todo era muyyyyyyy temporal. Eso se llama hacer política cortoplacista. Esperando resultados inmediatos sin tener una visión estratégica de lo que quieres para tu pueblo en el futuro.

Cien días de gobierno. Cien días que me sirven para estar atento. Cien días que han colocado la primera piedra de lo que debe ser la legislatura de la ilusión, del cambio de hábitos, de un nuevo rumbo en la Llagosta. Más verde, más amable, más austera y más alegre. Cultura, sociedad, economía, servicios sociales, nuestros mayores… Todos estamos preparados para dar el salto. Para innovar y para seguir adelante. Progresando y avanzando hacia nuestro futuro.

Cien días.

Y cuando hablaba de rodearse de los mejores no pensaba únicamente en mi equipo y en los trabajadores. Cien días para saber que este viaje no puedo hacerlo solo. Que no sería nada ni nadie sin el apoyo de mi familia. Mis padres, mi hermano pero sobretodo (muy sobretodo) el calor de mi mujer y mis hijos hacen que me sea más fácil hacer llegar el barco a puerto. Sin su comprensión de la responsabilidad y la dedicación esto no sería lo mismo.

Por eso os doy las gracias. Por los cien días donde me habéis demostrado tantas cosas. Buenas y malas. Gracias por estos cien días.

viernes, 5 de agosto de 2011

Próxima estación: Defensa els teus drets


Comienzan las vacaciones y llega el momento de reflexionar de los últimos dos meses.

La verdad es que se acumulan en el listado de entradas muchos escritos que quería hacer desde hace días, contestando difamaciones públicas y colocando algo de luz sobre todos los temas económicos que han salido últimamente. Pero he dejado pasar los días con el objetivo de calmar mis respuestas e intentar que las aguas vuelvan a estar mansas.

Ahora el cuerpo me pedía escribir y hacerlo sin contestar ningún ataque. Ahora quiero escribir del futuro y dejar de lado el pasado.

Y el futuro más cercano son los próximos 20 días, los que puedo dedicar a mi familia a tiempo completo. Después de dos meses donde me han visto pocas horas pienso estar en dedicación exclusiva con mis hijos y mi mujer. Se lo merecen más que nadie.

Y volveremos a finales de agosto para encarar la fiesta mayor y, después de eso, la parte final del año. Un año muy difícil que se prevé que los números (eso que ahora determina nuestras vidas) sean poco alegres; más bien tristes o muy tristes.

Y hablo de los números locales y los números generales. En la Llagosta los números serán complicados. Realistas, para que todos y todas sepamos cuál es la situación. Pero seguramente que el ejercicio cierre con números rojos y encaremos un año 2012 más complicado que los anteriores. De hecho, el año 2012, se cree que será el peor de la crisis que llevamos arrastrando tres o cuatro años.

Pero la situación a nivel general no será mucho más halagüeña. Los recortes del Govern de la Generalitat y la situación de desgobierno en Madrid nos arrastran a pensar que este otoño será un otoño de lucha y reivindicaciones.

Recortes en Sanidad, en Educación (gravísimos y poco comentados) y ataques frontales al estado del bienestar desde el Govern nos hacen estar más alerta que nunca sobre la salvaguarda de nuestros derechos. Aquellos por lo que lucharon nuestros padres hace años y que ahora nos desaparecen sin que seamos capaces de hacer nada.

Nuestra sociedad está perdiendo esos derechos, inalienables al ser humano, y la reacción es escasa y/o nula. Y no es menos grave el ataque (más sutil y mejor disfrazado) que se hace desde el Gobierno de Madrid. La sumisión a los poderes económicos (aquellos que nos metieron en esta crisis por avaricia, despotismo y prepotencia) nos lleva al desahucio de la política como herramienta para que una sociedad pueda organizarse.

No somos capaces de plantar cara a esos ataques de “los mercados”, palabra falsa que realmente quiere describir a los especuladores sin escrúpulos. No se entendería, si no, como hemos podido prestar 17.000 millones de euros a las entidades financieras para “rescatarlas” y no seamos capaces de ver que para acabar con la situación de hambruna en el cuerno de África se necesitan 4.000 millones. O que con el recorte de los salarios de los funcionarios nos ahorramos, tan solo, 1.700 millones de euros.

Medidas adoptadas por un gobierno autodenominado de izquierdas que no presta atención a los fraudes fiscales, o a las SICAV, o a la lucha contra la economía sumergida. Medidas que llevarían a ingresar más y tener que recortar menos.

Como veis, la situación es desoladora a nivel general, así que en aquello en lo que podemos actuar (las políticas locales) seremos lo más coherentes posible con nuestro discurso. Actuaremos con responsabilidad pero con firmeza. Ajustaremos el gasto y conseguiremos más ingresos. Es probable que tengamos que renunciar a ciertos servicios momentáneamente. Lo estudiaremos, pero seguiremos la máxima que nos moviliza: “Piensa globalmente, actúa localmente”.

Pero eso será en otoño. Ahora permitidme que disfrute de mis tardes de frontón en un pequeño pueblo de Teruel y de las maravillosas estrellas que se contemplan en la Alpujarra granadina. Ya os contaré…

lunes, 4 de julio de 2011

RECUERDOS DE LA INFANCIA


Tengo ahora 37 años y por alguna razón desconocida hay cosas que desde que uno es pequeñito no se olvidan. Os habéis preguntado alguna vez porqué se nos olvidan algunas cosas y otras se quedan en nuestro recuerdo para siempre??

Eso me pasa a mí con los cuentos infantiles. No creo que se me olvide nunca cuentos como Caperucita Roja, El Rey Midas, Pedro y el Lobo (vinilo musical que me encanta escuchar todavía), El Flautista de Hamelín o Los tres Cerditos. Y precisamente este último define muy bien situaciones cotidianas que no por ser contínuamente conocidas dejan de sorprenderme.

En la vida existen tantas formas de actuar como individuos pero, al fin y al cabo, podemos reducir el número entre hacer bien las cosas o hacerlas mal. El resultado será uno u otro, nos gustará más o menos, pero si el proceso hasta llegar a ese resultado es el adecuado y se basa en el sentido común se puede decir que el trabajo está bien hecho. Es como en la fábula de los cerditos, la casa de obra te gustará más o menos pero se puede decir que está bien hecha.

Últimamente descubro como se han construido casas de paja muy cerca nuestro. Con el único fin de guarecerse rápido del lobo feroz hay gente que prefiere hacer casas insostenibles y la búsqueda de resultados inmediatos. Pero todos sabemos que eso no vale. Trabajar con prisas y utilizando parches a la hora de construir la casa no sirve. Al final el lobo sopla tan fuerte que la casa se cae. Puede ser que el cerdito quisiera demostrar a todos sus amigos que era capaz de hacerse un refugio muy rápidamente. Puede ser que cuando veía que el techo no se sostenía, en lugar de hacer un arreglo de futuro, simplemente colocaba un parche, un poco más de paja.

Mientras tanto, otro cerdito muy lejos de donde se hacían casa de paja, construía su casa de obra. Tardaría más, sí, pero su casa aguantaría mucho más tiempo sin fisuras y en pie. Aguantaría los soplidos del lobo feroz y él y todos sus amigos podían disfrutar de la seguridad mientras durasen los ataques del lobo. Tarde o temprano ese lobo se cansará y volveremos a disfrutar de un tiempo sin lobo donde podremos salir a disfrutar del jardín.

Pero la casa de paja del otro cerdito no aguantó las embestidas del lobo. Éste se cebó con la casa y todos sus inquilinos, y todos ellos tuvieron que huir con el rabo entre las piernas.

Otro recuerdo de la infancia imborrable es la bicicleta y sus aventuras. Y yo tenía un don innato para pinchar contra los bordillos (no tenía fuerza para levantar la rueda). No ganaba suficiente semanada para reparar todos esos pinchazos y descubrí, con el tiempo, que cuando una cámara de aire llevaba ya más de ocho o nueve parches era mejor comprarse otra. Y no tenía dinero suficiente pero entonces aparcaba la bici durante tres o cuatro semanas hasta que podía costearme una cámara nueva.

Al final de todo esto me alegro que los recuerdos de la infancia me ayuden a tomar decisiones ahora que soy adulto. Todas aquellas vivencias me enseñaron cómo debe una persona actuar cuando tiene que contruir una casa o tiene que reparar una cámara de aire.

Ahh!!! Otro recuerdo, este en forma de frase:
"LA FEINA MAL FETA NO TE FUTUR, LA FEINA BEN FETA NO TE FRONTERES"

martes, 28 de junio de 2011

Siento el retraso, pero.......




Lo primero de todo es pedir perdón por el tiempo que llevo sin escribir en el blog. No quiero ser de aquellos que sólo escriben en campañas electorales o cuando les conviene. Sobretodo porque me llegué a convencer que escribir era una válvula de escape que me tranquilizaba y me servía de terapia para aliviar tensiones. Pero estos días están siendo muy intensos, de mucho trabajo para poder hacerme una idea de la situación actual de nuestro ayuntamiento.

Pero ahora, cuando tengo media hora libre, quiero haceros partícipes de mis sensaciones en estas tres semanas que llevo ostentando la alcaldía.

Han sido, como ya he comentado, unas jornadas de trabajo intenso, pero que me han servido para apreciar lo que supone un cargo de esta categoría. Una carga de responsabilidad importante pero que se acomete con tranquilidad y confianza. Entre otras cosas porque cuento con el mejor equipo que puede tener un alcalde a sus espaldas.

Estos días no sólo he tenido que empaparme de información a través de papeles, informes, certificados, estudios, etc... Reuniones con diferentes trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento (grandes profesionales menospreciados en los últimos años), reuniones con vecinos y vecinas y reuniones de trabajo de toda índole. Esta es una de las funciones de la alcaldía, trabajo de gestión y organización. Pero también hay otra función de la alcaldía, el trabajo más político y, seguramente, más agradecido. La asistencia estos días a diferentes actos (C.D. Viejas Glorias, concert de l'Escola Municipal de Música, Tertúlias literarias del Club de Lectura, entrega de premios del Certamen de Flamenco de la Casa de Andalucía, Comiat de 4t de ESO del IES Marina, y lo que queda... Festa de Alborada, Aniversario de la Peña Madridista, etc....) todo esto es lo más satisfactorio del cargo. Estar cerca de la gente, con sus problemas y sus inquietudes. Y recibiendo, por ahora, todo el apoyo que necesita un alcalde nobel como yo.

Quiero que sepáis que estoy tremendamente orgulloso de ocupar el cargo que ostento. Un cargo que me habéis ofrecido todos y todas vosotras. Y que llegará el día que vosotros me quitaréis, cediéndolo a otra persona que tenga toda vuestra confianza. Lo aceptaré como acepto ahora este encargo. Con humildad y respeto por quien me sustituya. Espero que todos los alcaldes y alcaldesas que ocupen mi lugar, tanto en el pasado como en el futuro, sean igual de respetuosos.

Hoy no quiero cansaros con detalles de lo que me he encontrado en la casa durantes estas tres semanas (aunque sé que puede ser lo más interesante....... tendréis que esperar, jajajjajjajjja). Hoy quería redimir mis pecados por no escribir en este último mes, y mi conciencia se queda tranquila sabiendo que todavía puedo encontrar media hora para ello. A medida que pasen los días y que el cargo se lleve más de la mano podré extenderme más en mis escritos. Hablaremos de todo, os lo aseguro. Espero que podáis comprender la situación.

domingo, 12 de junio de 2011

Intervención del Pleno de Investidura


Aquí os dejo el discurso íntegro de la investidura como alcalde.
La fuente de la foto es de www.llagosta.cat.

Francisco Javier Serrano, José Caballero, Rafael Solé, Antonio Jiménez, María Montserrat Cabistany, Francisco Rodríguez, Fernando Molina, Francisco Quevedo, Mercedes Melgosa, José Luis López, Andrés Torcal, Félix Pérez, Ginés Alcaraz, Juan Medina, Arturo Font, Luis Eras i Ángel Balasch. Estos son los nombres de las mujeres y hombres que conformaron el primer ayuntamiento democrático de la Llagosta hace ahora 32 años. Y como ellos y ellas, les siguieron muchos otros nombres más hasta hoy.

Es gracias a personas como estas, que en su día creyeron que otro mundo era posible, por lo que hoy podemos vernos las caras aquí. Esas personas lucharon por una causa común desde diferentes puntos de vista. Lucharon por conseguir un espacio de libertad, reflexión, diálogo y soluciones para servir a todos sus vecinos y vecinas. Y lo hicieron desde ópticas políticas diversas, dando sentido a aquella recién nacida democracia. Una democracia que, tres décadas después, da muestras de vida exigiendo una reformulación, una revisión de ciertos aspectos que la haga más real y participativa. Ese es uno de los grandes retos que nos toca acometer a todos aquellos y aquellas que dedicamos tiempo y trabajo a ejercer la representatividad política.

Nos ha tocado vivir un momento de catarsis en la democracia y necesitamos el mismo espíritu valiente de aquellos primeros concejales del año ’79. El espíritu que les empujó a trabajar por algo desconocido pero muy ilusionante, sabiendo que todo lo que construyesen en aquel momento sería por el bien de las generaciones futuras. Ellos y ellas lo consiguieron, crearon las bases del funcionamiento democrático de los ayuntamientos sin tener referencia alguna. Y gracias a ellos, repito, podemos estar hoy celebrando el sentir y el querer del pueblo de la Llagosta.

Un pueblo de la Llagosta que el pasado 22 de mayo volvió a demostrar su madurez política y su capacidad para romper tópicos. Porque cuando la desafección política acomete los índices más altos de abstención que se recuerdan, nuestro pueblo elevó la participación en las urnas en más de cinco puntos respecto a las anteriores elecciones. Este indicativo nos confirma que no todo está perdido, que la sociedad no está cansada de la política sino de los políticos. Así que todos nosotros, seamos de la organización política que seamos, tenemos una obligación por encima de cualquier otra: recuperar del pueblo de la Llagosta su confianza con trabajo, esfuerzo, cercanía y honestidad.

Hoy no valen los desmanes entre diferentes formaciones políticas, hoy es el pueblo, mediante sus representantes, quien escoge por mayoría a su alcalde. Eso es la democracia, la democracia de la que nos hemos dotado y de la que estamos disfrutando hace más de 30 años. Un sistema electoral que no es perfecto, que debe cambiarse para ser más representativo y mucho más cercano al ciudadano, pero un sistema electoral, al fin y al cabo, que nadie ha hecho nada por cambiarlo. Soy el primero que pide una reforma del sistema electoral y, mientras esa reforma llega, tendremos que aceptar el sistema actual. Eso es democracia. Aceptar lo que dice la mayoría.

Para mí es un día muy especial. Ser elegido alcalde de tu pueblo, aquel en el que naciste y creciste, es la mayor de las ilusiones y el más grande de los retos para alguien que se dedica a la política local. Hoy es un gran día. Con esta reciente elección se me pasan por la cabeza muchos nombres de compañeros y compañeras que han luchado por conseguir una Llagosta mejor. Empezando como lo hice, por el gran alcalde, recordado por todos, Francisco Javier Serrano pero sin dejar de olvidar a aquellos que continuaron su legado: Paco, José Mª, Rafael, Alfaro, Miguel, Leo, Gonzalo, Inocencio, Anastasio, Merino, Alonso o mi gran amigo Pedro (sin él esto no sería posible), desde otra vertiente política, José Luís, Andreu, Eduardo, Rubio, Octavia, Fulgencio, Zacarías o, la siempre recordada, Mónica Egea.

Permitidme que hoy recuerde a todas estas personas y muchas otras más que han dignificado la labor política local en la Llagosta.

Esta legislatura comienza en un claro escenario de crisis, y no sólo en una situación de crisis económica. También debemos hacer frente a una crisis de valores que nos hace olvidar conceptos como solidaridad, ecologismo, libertad de expresión, igualdad entre géneros, fraternidad entre pueblos o simplemente sociabilidad entre vecinos. Son éstos y no otros los elementos que han hecho que nuestra sociedad se desarrolle hacia un modelo de justicia y equidad. Por tanto, si nos olvidamos y empezamos a perder de vista estos valores también perderemos la calidad de vida que nos ofrece nuestro estado del bienestar.

Es por ello que vuestro alcalde trabajará con la prioridad máxima de mejorar la calidad de vida de los que peor lo están pasando. Con una gran sensibilidad social y haciendo frente a la lucha contra el paro. Políticas sociales encaminadas a dignificar la vida de las personas dependientes, mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, ofrecer a nuestros jóvenes mayores oportunidades de empleo, ocio y formación. Políticas sociales que oferten mayor diversidad cultural y deportiva y donde hacer política se convierta en una acción colectiva con una gran dosis de participación.

Econòmicament parlant aplicarem un sistema fiscal més just i equitatiu. I crearem la Regidoria de Treball, Indústria i Formació ocupacional, dotant a aquesta àrea d’una entitat i una importància que mai no ha tingut. Perquè la lluita contra l’atur és una de les meves prioritats. La austeritat i l’estalvi començarà el primer dia i tothom coneixerà transparentment com estan els comptes de l’Ajuntament.

El nostre teixit industrial i comercial necessita d’una atenció especial per part d’aquesta institució. Per això parlarem amb ells, per conèixer les seves necessitats i trobar tots plegats solucions a les seves demandes. Aquesta ha de ser la primera font de generació d’ocupació al nostre municipi.

En matèria urbanística i de manera immediata donaré instruccions per començar els tràmits de paralització del ARE de Les Planes II. I a partir d’avui, totes les grans actuacions urbanístiques passaran per un procés d’informació i participació per part de tots els veïns i veïnes de la Llagosta. El desenvolupament de les àrees econòmiques de Can Per Gil i el nòdul ferroviari de mercaderies seran una realitat a final de legislatura i farem un Pla d’actuació de manteniment dels nostres carrers que s’executarà durant els propers quatre anys.

El respecte pel medi ambient es cabdal per una bona gestió econòmica i social. Hem d’entendre el nostre entorn com un lloc per viure-hi i gaudir però no ens podem oblidar que tot allò que ens envolta li deixarem als nostres fills i de nosaltres i les nostres accions depèn què i com li deixarem. L’estalvi energètic és una inversió de present i futur i les bones pràctiques a les nostres llars però, sobretot, als edificis municipals, ens faran estalviar uns quants milers d’euros.

Tot això ho aconseguirà un govern estable, divers i amb capacitat de gestió en cada una de les seves àrees de treball. La necessitat de fer més amb menys l’assolirem amb polítiques valentes però no agosarades, polítiques justes però no només correctes i polítiques lògiques i amb sentit comú.

Serà un govern d’homes i dones molt capacitades. Persona per persona us adonareu que cadascuna d’elles estan perfectament preparades per enfrontar-se a aquesta legislatura. La legislatura del canvi. Una legislatura on hi hauran canvis, per suposat. Però vull deixar clara una cosa. No serà la legislatura de la rancúnia. No faré actuacions orgàniques per caprici. Però n’hi hauran de canvis orgànics. Això segur.


De la misma manera este alcalde que ahora os habla deja, en este mismo instante, de representar exclusivamente a los amigos y afiliados de ICV-EUiA. Alberto López desde ahora mismo es el alcalde de todos. Da lo mismo quien sea socialista, comunista, ecologista o liberal. Anarquista, creyente, ateo, indignada, cristiano o musulmán. Alberto López es vuestro alcalde. El de todos y todas las vecinas de la Llagosta y siempre, siempre estaré a vuestra disposición. Y no sólo en mi despacho, sino que estaré en la calle, al lado vuestro y de vuestras inquietudes. Porque la obligación de un alcalde es estar ahí, a pie de calle, siempre cerca y siempre dispuesto.

También quiero pediros perdón anticipadamente. Perdón por los errores que seguro que cometeremos y asumiremos. Porque asumir un error y rectificar no es un signo de debilidad sino de integridad y rectitud. Y por eso pido a mi equipo de gobierno que trabaje con humildad, sin miedos y codo a codo con todos los vecinos y vecinas de la Llagosta. Y cuando nos equivoquemos, asumimos, rectificamos y seguimos trabajando. Ese es el secreto.

Y dejadme para acabar que os cuente una historia:

Eran las 4 de la mañana del 24 de julio de 1936 cuando la guardia civil entró en su casa. Le hicieron vestirse apresuradamente y le condujeron, sin mediar palabra, hacia el ayuntamiento. Aquella noche sólo brillaban los tricornios y las armas que llevaban los guardia civiles. Al llegar al consistorio se dio cuenta que habían llevado también a sus compañeros concejales. Y el oficial de más alto rango del batallón les anunció que a partir de aquel mismo instante dejaban sus funciones de servidores públicos y serían sustituidos por hombres de paja, colocados por el régimen.

Diez años más tarde y habiéndose apartado de la política por obligación, aquel hombre tuvo un hijo. Mi padre.

De ellos dos, de mi abuelo y de mi padre, he heredado el respeto y la voluntad de hacer política para mejorar el día a día de los que me rodean. De mi padre he heredado la manera de enfocar los problemas y el saber estar ante cualquier situación comprometida. Supongo que la vena política estaba escrita en mis genes desde que era pequeñito, pero mi vocación política no se debe exclusivamente a mis antecedentes familiares.

En el transcurso de la vida conoces a mucha gente que te marca como persona y yo tuve la grandísima suerte de coincidir durante muchos años con un hombre que me convenció para que trabajase hasta conseguir lo que hoy estamos celebrando. Una persona con unas convicciones firmes, fuertes pero que siempre encontraba puntos de encuentro ante situaciones crispadas y posiciones separadas. La persona más íntegra que he conocido y por eso hoy quiero compartir este humilde discurso con la memoria de Simón Rosado. Yo soy un niño de Simón Rosado. Un magnífico sindicalista y una excelente persona. Y estoy seguro que hoy estaría aquí y sería una de las personas más felices de esta sala.

Gracias a mi abuelo, a mi padre, a Pedro y a Simón. Sin ellos yo no estaría aquí. Gracias a mi familia por comprender y aceptar mi pasión por la política y muchas gracias a vosotros, vecinos y vecinas de la Llagosta. Desde hoy contáis con un nuevo alcalde que estará con vosotros siempre que lo necesitéis.

Gracias por venir, muchas gracias y VISCA LA LLAGOSTA.




Mi blog, como el Ave Fénix

Buenas, os pido disculpas. Disculpas por llevar desde principios de 2015 sin escribir y disculpas porque después de estos casi tres años,...