lunes, 11 de octubre de 2010

Hoy es un mal día

Hoy es un mal día. Esta mañana, mientra esperaba para entrar en el Salón del Caravaning, me han comunicado que mi mentor, mi referente, pero sobre todo mi amigo Simón Rosado ha fallecido la pasada madrugada de un infart

Hoy me siento, en parte, huérfano. Huérfano de aquel que un día sentó en su mesa a un chaval de 23 años y le explicó la grandeza del sindicalismo de clase. Huérfano de aquel que, sólo con su presencia, daba sentido a mi militancia en ICV.

En la vida de todos y todas existen momentos, olores, gustos, sensaciones que no se olvidan con el paso del tiempo. Lo mismo pasa con ciertas personas que se cruzan en tu vida. Profesores, amigos o simplemente personas de paso que por alguna razón se quedan grabadas en el disco duro de nuestra memoria. Eso me ha pasado a mí con Simón.

Simón es la persona en la que pienso cuando discuto con antisindicalistas que creen que los sindicatos están vendidos. Cuando comento que existen personas nobles y fieles a sus compañeros y compañeras siempre le tengo a él como referente en mi cabeza.

Siempre tiene una explicación razonable ante cualquier incidencia. Simón es capaz de tranquilizar cualquier momento crispado y sobretodo, Simón no es rencoroso. Con aquellos que algún día le hicieron la cama no tiene una mala palabra. Como mucho un cierre de ojos pero nunca un reproche. Y lo digo en presente porque como dijo Durruti “Sólo moriremos cuando nos hayáis olvidado”. Yo no te olvidaré, viejo amigo.

En fín, supongo que después de tantos días sin escribir en mi blog esta es la entrada que menos me apetecería hacer pero la vida es así de perra e injusta. Hoy, la vieja dama de negro se llevó, con tan solo 53 años, a unas de las mejores personas que he conocido. Hoy es un mal día.

Mi blog, como el Ave Fénix

Buenas, os pido disculpas. Disculpas por llevar desde principios de 2015 sin escribir y disculpas porque después de estos casi tres años,...