Ante la actual noticia de tregua de ETA, todos los partidos políticos han coincidido que no es suficiente. Que lo que se espera de la banda es el fin de los atentados y las extorsiones. Tienen razón pero no podemos dejar de estar contentos con esta noticia. Durante mucho tiempo, más de 50 años, la banda armada a estando matando. Durante muchos años el terrorismo ha sido la mayor preocupación de los ciudadanos y ciudadanas de este país y ahora esa banda ha dicho que deja de hacerlo.
Sí, es verdad que no es la primera vez que lo dice y los resultados son desastrosos pero debemos tener fe. La esperanza de conseguir una Euskadi normalizada bien vale tener fe. No podemos esperar que de la noche a la mañana ETA salga diciendo que entrega las armas, se olvida de los presos y “hasta aquí hemos llegado”. La solución policial al 100 por 100 nunca ha tenido efecto en otros países con conflictos parecidos.La solución siempre pasa por el diálogo.
Es por esto que ayer, cuando me enteré de la noticia, me puse un poco más contento. Y pensaba que el resto de la sociedad también lo estaría…
Euskadi, en toda su extensión, es de las zonas más atractivas de la península. Su gente, su gastronomía, sus tradiciones, sus paisajes son un refugio del que no me escapo cada dos o tres años. Y precisamente este verano he pasado con la familia (la de aquí y la de allí) una semana espectacular. Después de visitarla unas siete veces todavía nos sorprende algún rincón, un valle, un río, o una simple conversación con los caseros de algún pueblito.
Quizá por eso estoy tan contento. Porque me imagino una Euskadi sin miedo, sin represión, sin historias de muertes, chivatazos o traiciones. Y para ello hace falta un alto el fuego definitivo, sí, pero antes de correr debemos andar. Yo también quiero oír el último comunicado de ETA pero por ahora me conformo con este.
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